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La octava luna contó con una dosis de emoción que será imborrable para un viejo poeta norteño.-

La noche del sábado coscoino tuvo de todo. Desde la dulzura de Piñón Fijo y su show debut en el 57º Festival Nacional del Folklore, atravesando por el litoral con el emocionante Chango Spasiuk, la fuerza de Ramiro González y la luz de un Bruno Arias que siempre sorprende.

Arte y compromiso social fueron comunes denominadores de una velada que puso las emociones a flor de piel.

BRUNO Y MORELLO

En pleno corazón de la madrugada, alrededor de las 3, el jujeño pisò el Atahualpa Yupanqui en lo que serìa su actuaciòn -siendo ya parte de otros espacios como artista invitado-

Su recorrido musical contó con la participación del cuarteto vocal Karé, una coplera de la puna salteña y al poeta jujeño Carlos Morello, autor de "La Bastonera", obra que forma parte de su disco "Changuito Volador".

"Si llega el carnaval
Con su diablo de ají
Y su sol de maíz
Bastonera será
Amancay la flor deja el corazón
Perfumado de amor"

Con esas prosas y la compañía del guitarrista Jorge Giuliano -invitado por Arias luego de que èl mismo compartiera su pesar por no ser parte del escenario mayor- el cielo se iluminaba, mientras que los ojos se empañaban por ver el sueño de Don Carlos cumplirse, pues este poeta del norte nunca había pisado el Atahualpa Yupanqui, jamás sus ojos habían visto una Plaza Pròspero Molina de pie ante su poesía y Bruno lo hizo posible.

Se pueden cuestionar muchas cosas, de hecho, con esto de las redes sociales muchos artistas se exponen a "una boca de lobo" por sus opiniones, creencias, ideología, etc. pero cuando acontecen esos momentos, donde un tipo de 70 y pico de años llora como un niño al ver cumplir sus sueños delante de sus ojos, con su familia en la platea llorando y aplaudiendo, nada mas vale, nada mas tiene peso, solo el arte, solo la música.-