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Terraviva

Santiago del Estero

“Volver a las raíces”: la investigación que revive la obra de Chazarreta y el legado olvidado de Ricardo Rojas

Martes 25 de Noviembre del 2025

Un trabajo de investigación del músico y psicólogo rosarino Gustavo Campodónico rescata el primer registro documentado de Andrés Chazarreta interpretando una chacarera en 1899. Conocé su apasionada investigación y difusión. (Foto: IG Biblioteca Sarmiento).

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El rosarino Gustavo Campodonico, psicólogo de profesión y músico por pasión, lleva años investigando los orígenes del folclore argentino. Aunque integra proyectos de rock —como “Los Stones Rosario”, tributo a los Rolling Stones, y “Los Sandritos”, homenaje a Sandro— su inquietud artística lo llevó hacia un camino inesperado: el estudio de la obra pionera de Andrés Chazarreta, el Patriarca del Folclore.

Fruto de esa búsqueda publicó su trabajo “1899 – El primer registro de Andrés Chazarreta con la música criolla”, donde reconstruye el momento en que un joven Chazarreta, con apenas 23 años, interpretó una chacarera al piano en una conferencia pedagógica oficial en Santiago del Estero. 

Aquella aparición, rescatada de Los Anales de la Educación, constituye el registro más antiguo de su vínculo con la música criolla y marca el inicio de su lucha por llevar los ritmos nativos a los espacios cultos de una ciudad que miraba, casi exclusivamente, hacia Europa.

Yo nací en Rosario, ciudad. Y nunca, desde chico, tuve influencia de folclore. Sí escuchaba porque mis viejos escuchaban, pero recién alrededor de los 20 años me empezó a gustar e investigar”, cuenta Campodonico en diálogo con Terraviva. Ese interés inicial se transformó en un camino profundo: “En 2014 vine a Santiago y siempre me llamó la atención Chazarreta. Ir para atrás te lleva indefectiblemente a él. Es un pionero y siento que quedó un poco olvidado”.

¿Qué aspectos culturales o políticos te impactaron durante la investigación?

—Me parecía increíble esta idea de la recopilación, pero también estudiar el momento histórico del país. Su obra se da en un momento bisagra, cuando muchas ciudades imitaban a Europa y no miraban al interior profundo. Estaba todavía viva esa dicotomía de civilización o barbarie. ‘Ellos’ querían ser europeos y no rescatar nuestras raíces, nuestra cultura, nuestro canto. 

Ese espíritu de época —añade— se evidencia en hechos concretos: “Cuando a don Andrés le niegan el Teatro 25 de Mayo, ahí ves el trato despectivo, la mirada que había sobre la música criolla”.

¿Qué te motiva a investigar el folclore y rescatar la figura de Chazarreta?

—Soy psicólogo y músico. Investigo por un interés puramente personal. Me gusta leer, me gusta indagar. Siento que es una contribución para preservar la cultura nacional. Cada pequeño hallazgo suma al acervo cultural.

¿Qué te dejó tu llegada a Santiago y el contacto con músicos, patio del Indio, bibliotecas y espacios históricos?

—Mirá… he llegado hasta aquí y pude sacar una conclusión: lo importante es tener memoria y devolver siempre a la tradición y los orígenes. El folclore debe evolucionar, claro, pero sin perder su esencia. Hay que rescatar, divulgar, hurgar el pasado para que no se pierdan los grandes pioneros. En ese recorrido, otra figura aparece con fuerza en su estudio: Ricardo Rojas. Ahora estoy investigando mucho la relación entre Chazarreta y Rojas. Rojas también fue un pionero en la recopilación folclórica. Su libro El País de la Selva es fundamental y quiero rescatarlo.

Arpas, la quichua y músicos del campo

Campodonico se fascinó también con las crónicas de viajeros del siglo XIX, que describen un Santiago donde el arpa era el instrumento central, y donde se destacaba la convivencia entre música y lengua quichua. “Eso tenía mucho que ver con lo que después Chazarreta rescata, sobre todo gracias a Domingo Aguirre, un arpero impresionante. En las primeras grabaciones de Chazarreta se escucha ese conjunto criollo: arpa, bombo, violín, guitarra. Ese sonido se perdió”.

¿Cómo interpretas ese fuerte sesgo ideológico y de desprestigio que había desde las altas clases sociales hacia los músicos de campo que integraban la orquesta de don Andrés? 

-Era la mirada de época. La música valiosa era la europea, escrita en partituras. Lo demás no era considerado música: era lo que ‘tocaban los paisanos’. La chacarera, de hecho, era vista como algo sin valor artístico. Y ahí está la grandeza de Chazarreta: él sí le dio valor”.

Cuando Chazarreta se plantó ante RCA Víctor

Campodonico destaca un episodio clave de 1929: “Chazarreta firma como artista exclusivo de RCA Víctor. Pero él dice: ‘Si no grabo con mis músicos santiagueños, no grabo’. Se plantó frente a una multinacional porque sabía que solo ellos tenían ‘el sabor’ auténtico de la música. ¡Qué loco! Ese temple, esa defensa del sonido propio, es irremplazable

“Lo que le costó imponer nuestra música es tremendo”, resume Campodonico. En un país que privilegiaba la estética europea, Chazarreta abrió caminos para que la música criolla ingresara a teatros, escuelas y espacios cultos. Su misión artística, hoy recuperada por investigadores como Campodonico, continúa iluminando la historia del folclore argentino.


Texto y reportaje: Omar Estanciero.

Fotos: IG Biblioteca Sarmiento.


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